Posible origen de vocablos del idioma

“Entre los restos arqueológicos de Atapueca no se ha encontrado ninguna palabra(…).Se perdieron con la fuerza del viento del norte de la sierra burgalesa o con la brisa del Cantábrico.¿Por qué? Porque aquellos seres no sabían cómo escribirlo. Pero es muy probable que algo, quizás mucho de lo que ellos pronunciaban siga estando en nuestro idioma de hoy.Tal vez entronque con el lenguaje de las cavernas la fuerza de esas erres que nos desahogan los enfados (“cabreo”, “bronca”…)y que tanto gustan a los locutores deportivos por el vigor que transmiten:”recorte”, “regate” ,”remate”,” arrebata”, “raso”,”rompe”,”roba”…Ol la sonoridad que notamos en las viejas y recias voces prerrománicas y que pronunciaremos aún durante muchos siglos más (“barro”.”cerro”, “barraca”, “rebeco”, “berrueco”…).Quizás guarden relación aquellos gruñidos con los sonidos guturales de nuestra congoja primitiva (“garganta”, atraganta”, “angosto”,”grito”,”gemido”,”angustia”…)o quién sabe si tendremos ahí el origen remoto de las palabras dulces como el sonido del viento cuando se dedica a hacer música (“bisbiseo”, “sonrisa”, “silencio”, “sensible”, “sigiloso”,”sosiego”,”susurro”,”siega”, “sensación”…).Nuestra lengua esconde un genio interno invisible, inaudible, antiguo, que podemos reconstruir si seguimos las pistas que nos dejan sus hilo.(..)

Da la impresión de que los vocablos de nuestro idioma se han movido y han cambiado a través del tiempo como si fueran un ejército, progresando desde el indoeuropeo hasta aquí de una forma disciplinada, sin apenas excepciones en su evolución fonológica, y como si estuvieran bajo el mando de un general;miles de palabras que el pueblo fue haciendo suyas y sobre las que decidió soberanamente.

Grijelmo ,Álex: El genio del idioma,

Madrid, Taurus, 2004

¿Dónde podría estar el origen y qué semejanza podían tener los vocablos actuales con él de las cavernas?

En el lenguaje de las cavernas , la fuerza de las erres de este lenguaje, que se daría en los gruñidos o los sonidos guturales, podría provenir en palabras de significados asociados al enfado o vigor, o en los de origen prerrománico, tan sonoros.

Pero también de este lenguaje pueden provenir palabras suaves, que el autor compara con el sonido del viento.Curioso ¿no?